martes, 13 de abril de 2010
HISTORIA
*Antonio Caña nace en San Fernando (Cádiz) en el año 1974 en el seno de una familia de origen humilde de "pescaores y mariscaores" y con fuertes raíces artísticas. Se crió en el barrio de Las Callejuelas, ese barrio que tantos y tantos artistas ha dado, donde convivían los payos con los gitanos y donde la cultura de ambos alimentaba a unos y a otros y enriquecía todo lo que tocaba. Quizás fuera por el viento de levante, ese que ayudaba a secar el pescado y lo enriquecía, ese mismo viento que volvía locos a todos aquellos forasteros que pasaron por la Isla dejando trozos de culturas milenarias, como los tartesios, los romanos y los fenicios….ese viento de levante que hace que los isleños sean gente especial que lleva el arte en la sangre. Porque no olvidemos que en aquellos tiempos España era una Isla, de ahí el nombre de la Isla de León porque del Puente Zuazo no pasó Napoleón. Antonio Caña llevaba el arte dentro desde pequeño, amigos de su abuelo decían que rajaba una sandía con un "quejio". Por tradición familiar iba para pescadero pero siempre escuchaba música, sobre todo flamenco. Se pasaba el tiempo en tabernas, ventas, verbenas y teatros absorbiendo todo lo que ese entorno artístico le ofrecía.La primera vez que pisó un teatro fue a la edad de 8 años. Vio un cartel en la Plaza de Abastos de San Antonio donde se anunciaban los artistas que iban a ir al teatro Alameda dirigidos por el Maestro Tejero de Jerez de la Frontera. Sin saber que se trataba de un reconocido director de la época y con la inocencia de su edad le pidió a su prima que estaba tomando clases con el Maestro que le enseñara el teatro. Y una vez allí le dijo al Maestro que quería cantar en el estreno. El Maestro lo escuchó. Y ese mismo sábado, 2 días después, debutó Antonio Caña en el teatro Alameda con toda la orquesta y en una actuación digna de un renombrado artista. Y fueron esos primeros aplausos los que le hicieron saber que su futuro era la música y los escenarios. Durante los años escolares siguió forjándose como artista, pasando horas y horas escuchando a Tijerita, a Parrita a Manzanita a Chiquetete y por supuesto a Camarón. Con 10 años se escapaba a los corales y a las tabernitas de la Isla y cuando venía “Tío Pijote” se pegaba a él porque le explicaba como tenía que hacer los cantes. Todavía queda en su recuerdo ese quejido que decía OMAIRA y muchas otras cosas que están ahí en su subconsciente y que no se pueden explicar, pero que forman parte de ese arte que tiene Antonio, y que de vez en cuando, cuando uno menos se lo espera, sorprende de una forma que sólo él sabe hacer.Más tarde vendría el fútbol. Un deporte en el que destacó cuando quiso pero al que no consiguió dedicar su vida porque siempre convivió con esas juergas que a él tanto le gustaban. Esas fiestas eran las que le enriquecían musicalmente. Con 16 y 17 años ya escuchaba al Tío Borrico, a María Solea, a Antonio Mairena, a Terremoto y a otros mucho más internacionales como Status Quo, Dire Straits, Country, Jazz, Blues…estilos que siguen reflejándose en muchos de sus temas actualmente.En el verano de 1996 sufrió un accidente cuyas consecuencias -la más evidente en aquel momento era la fractura de una pierna-Ante la inmovilidad producida por su extremidad rota, Antonio quiso resistirse al aburrimiento y reunió a unos cuantos amigos para divertirse cantando. Ante la inmovilidad producida por su extremidad rota, Antonio quiso resistirse al aburrimiento y reunió a unos cuantos amigos para divertirse cantando. Aquellas juergas flamencas se convirtieron en maqueta y más tarde en un disco titulado "Maíta Vende ca", del que en poco más de mes y medio fueron adquiridas 45.000 copias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario